...
Ya era la una de la mañana cuando Lin Jiage regresó a la ciudad.
En vez de volver a casa, fue directo a la escuela.
Estacionó su auto en uno de los estacionamientos en la escuela y, cuando regresaba a su dormitorio, envió un mensaje al conductor para que recogiera el auto en la escuela mañana.
Cuando Lin Jiage estaba a punto de llegar a su dormitorio, finalmente cedió a la tentación. Sacó su teléfono y envió un mensaje a Shi Yao:
[No quería ese regalo de confesión. Esa chica lo dejó frente a mí y luego huyó.]
Un momento después, Lin Jiage envió otro mensaje a Shi Yao: [No pude ver claramente la cara de la chica.]
Después de enviar esos dos mensajes, Lin Jiage finalmente volvió a guardarse el teléfono en el bolsillo. Empujó la puerta del dormitorio, pero un momento después de caminar adentro, saltó del susto cuando Xia Shangzhou volvió su rostro hacia él.
