"¡Oh, sí! ¡Por qué no pensé en eso!" Los ojos de Zheng Yan se iluminaron.
Justo cuando la cámara estaba a punto de girar en su dirección, ella tiró del brazo de Fan Yu y agitó sus manos en el aire con entusiasmo.
"Mo Yongheng, ¿puedes vernos? Recé pidiendo bendiciones en tu nombre, ¡debes recordar agradecerme!"
Mientras Zheng Yan hablaba, sacó de su bolsillo un trozo de papel, que normalmente se usaba para pedir deseos, y escribió el nombre de Mo Yongheng en él. Luego, lo arrojó a la pila de fuego.
Ella era una belleza natural. Mientras estaba frente a la cámara, sus impresionantes rasgos parecían ser aún más seductores y animados...
Sus acciones sinceras también provocaron un toque de infantilismo en su imagen general.
Al igual que ella había hecho que sus compañeros varones que llegaron tarde a la escuela la recordaran ayudándolos a confirmar su asistencia.
