La repentina noticia despertó a Nian Xiaomu de inmediato.
Saltó de la cama, incapaz de creer lo que oía. "¿Qué dijiste? ¿Qué pasó?"
La persona al otro lado del teléfono continuó diciendo algo.
Después de un rato, Nian Xiaomu colgó y Yu Yuehan se sentó. Mirando su rostro pálido, extendió las manos para acariciar su cabeza y preguntó: "¿Qué pasó? Te ves horrorizada, ¿no estoy aquí?"
Por lo general, si Nian Xiaomu escuchara sus comentarios egoístas, se habría reído de él por estar lleno de sí mismo.
Sin embargo, hoy, dejó su teléfono a un lado, miró hacia arriba y respondió con una voz vacía. "Acabo de recibir noticias de que la fábrica de ropa se incendió..."
Fuego.
Mientras la palabra 'Fuego' pasara por la mente de Nian Xiaomu, se estremecería incontrolablemente.
Ese era un miedo profundamente arraigado en sus recuerdos.
Cuando volvió en sí, se levantó de la cama y fue a cambiarse.
