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Qi Yan la miró y vio la sorpresa en sus ojos.
Se burló.
—Soy una de las mejores personas en el mundo de las farmacias, si no me hubiera dado cuenta, mi nombre como el Rey de la Medicina se arruinaría en tus manos.
Pudo oler la droga incluso antes de probarla.
Probablemente era la única persona que se atrevió a drogar su comida.
Tan inocente
Pensó que ella no creía sus palabras y temía que él le hiciera algo. Entonces, ella quería drogarlo para que durmiera tranquilamente, por eso él cooperó con ella.
Quién hubiera pensado que ella no descansaría después de drogarlo. En cambio, salió a escalar balcones y voltear paredes...
¡Ahora, ella estaba tratando de saltar de un muro tan alto!
¿Pensaba ella que su corazón era demasiado fuerte? ¿Debía ella asustarlo hasta que sufra un ataque al corazón?
Incluso si no tenía síntomas de aborto espontáneo, ¿era adecuado que una mujer embarazada saltara así?
