Nian Xiaomu agarró la copa de vino de la mano de él y se tomó todo el vino tinto.
*¡Eructo!*
Ella se tomó el vino tinto demasiado rápido y se le escapó un eructo.
Yu Yuehan ni siquiera tuvo la oportunidad de detenerla.
Mientras ella se le quedaba viendo a la copa de vino vacía, levantó su cabeza y le preguntó a él: —¿Todavía te estás sintiendo horrible? Si es así, te puedo ayudar a beber otras dos copas. No más de dos, de lo contrario me emborracharé.
—…
Él se le quedó viendo a la persona, quien obviamente era extremadamente inteligente, pero igual actuaba como una tonta frente a él sólo porque ella tenía miedo de que se enojara.
El sentimiento depresivo en el corazón de Yu Yuehan desapareció.
Cuando sus ojos parpadearon ligeramente, él agarró la copa de vino de la mano de ella y le sirvió otra copa.
Después de que ella terminara de beber, él continuó sirviéndole vino.