Nian Xiaomu murmuró para sí misma. Justo cuando estaba a punto de declarar que había leído demasiado acerca de eso, imágenes parciales pasaron por su mente.
Su cuerpo se quedó rígido mientras se sentaba al lado de la mesa del comedor.
—¿Qué pasa?
—Parece que he recordado algo. —Nian Xiaomu se mordió sus labios y se quedó viendo la comida que estaba frente a ella.
Una vez, alguien habló con ella gentilmente sobre el mismo plato…
—Liuliu, prueba esta especialidad culinaria. Es deliciosa.
«¿Quién era ese?»
Ella no podía recordar.
Todavía podía escuchar la misma voz retumbando en sus oídos.
Mientras el sabor de la comida se esparcía dentro de su boca, esta voz particular se volvía incluso más distinta.
Era la voz de una mujer.
No obstante, Nian Xiaomu no podía ver cuál era su apariencia.
«¿Podría ser su mamá?»
