Estas dos sencillas palabras contenían una clase de amor indescriptible.
Nian Xiaomu lo agarró fuertemente y chilló como un bebé.
No pudo decir ni una palabra mientras sollozaba.
A ella le habían disgustado las citas románticas que él había planificado con anterioridad. Yu Yuehan nunca había pensado que el generaría un efecto tan milagroso simplemente llevándola a observar las estrellas en un parque de atracciones.
Enarcando sus cejas, él le acarició el cabello con su gran mano y estaba a punto de decirle que ellos podrían venir para acá a menudo, si a ella le gustaba ese lugar.
Antes de que él pudiese abrir su boca, ella ya había dejado de llorar y lo estaba viendo con amargura con sus ojos llorosos.
—Yu Yuehan, la rueda Ferris* obviamente es el lugar más cercano al cielo ¿Por qué me trajiste solamente a un paseo con saltos y caídas?
Yu Yuehan: —…
«¿Qué pasó con haberse sentido emocionada?»