—¡Me enojo tanto cuando hablo de esto! Él no me creyó, sin importar lo que yo le dije en un principio al respecto. El asumió que yo estaba tan perdidamente enamorada de él que ya había comenzado a fantasear con el hecho de que yo era la madre biológica de su hija... Él fue quien tuvo que leer personalmente la prueba de maternidad posteriormente.
Nian Xiaomu se quejó con su mejor amiga, cargando su teléfono móvil en la mano.
Así son las mujeres para ti. Incluso si ellas tienen a alguien que les guste, preferirían contarles a sus grandes amigas todos esos pequeños secretos que se albergan en sus corazones.
Éste era especialmente el caso cuando estaban completamente enojadas con sus novios, pero ellas no pudieron ganar la pelea...
—¡Ah! —Tan Bengbeng no pudo evitarlo y se echó a reír cuando escuchó lo que Nian Xiaomu había dicho.
La gente que rara vez se reía realmente asustaba a los demás cuando se reían de verdad.
