Al principio, Nian Xiaomu todavía se sentía nerviosa. Luego, mientras lo veía marcharse, de golpe sintió que no podía soportar dejarlo ir.
Se quedó quieta con los labios fruncidos y sólo volvió a sus sentidos un poco más tarde. Después llevó a Xiao Liuliu a descansar en el sofá.
Hace poco rato ella deseaba que él se fuera, pero cuando lo hizo, ya estaba empezando a extrañarlo...
Al tomar una revista para leer, descubrió que su revista de chismes favorita que siempre leía ya no despertaba ningún interés en ella.
Mientras ella y Xiao Liuliu jugaban con los bloques de construcción, no pudo resistirse a darse la vuelta y ver el reloj para comprobar la hora una y otra vez.
Yu Yuehan sólo había salido de la casa durante una hora, pero se sentía como si hubiese pasado un día.
¡De continuar así, se volvería loca por la espera!