La fiesta no se detuvo sólo por unos pocos incidentes sin importancia. Por el contrario, la aparición de los dos galanes despertó el estado de ánimo de todos los invitados a dicha fiesta.
Una larga fila de personas se acercó para saludar a Yu Yuehan.
De pie detrás de él, Nian Xiaomu estaba a punto de agarrar una copa de vino tinto cuando él le sujetó la mano.
Era como si tuviera ojos en la parte posterior de su cabeza.
Sin mediar palabras, Yu Yuehan retiró la copa de vino de la mano de Nian Xiaomu y, en su lugar, le entregó un vaso de jugo de fruta.
Luego le dio una palmadita en la cabeza y se dio la vuelta para seguir charlando con las personas que se habían acercado a él.
—...
No era como si ella fuese una estudiante de primaria. ¿Por qué tenía que beber jugo de fruta en una fiesta?
Nian Xiaomu hizo una mueca de insatisfacción.
Entonces, sus animados ojos inspeccionaron los alrededores.