Wen Yadai: —¡¡...!!
Nunca se le ocurrió que el teléfono móvil que había botado en la basura del baño terminaría en las manos de Yu Yuehan.
Él había encontrado el teléfono móvil que ella había tirado. Esto significaba que él ya sabía que había sido ella quien había intentado tenderles una trampa a Chen Zixin y a Nian Xiaomu...
Ya lo sabía todo...
Su cuerpo comenzó a temblar del miedo.
Sus ojos se pusieron rojos, y no se atrevió a mirar hacia arriba para encontrarse con los ojos de él.
Empezó a derramar grandes lágrimas...
—Yuehan, tienes que creerme. No lo hice a propósito. No estaba en mi sano juicio. Todo fue porque estaba celosa de lo mucho que valorabas a Nian Xiaomu. No pretendía divulgar la información confidencial de la compañía...
Con sus dedos temblorosos, Wen Yadai se estiró para tirar de la manga de Yu Yuehan.