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—Mo Kun nunca había aparecido en público desde que había sido expulsado de la Familia Mo, hasta hace unos años cuando fue descubierto por alguien al borde del camino; vivía en la pobreza y parecía tener una vida difícil. Como presidente Mo solo tenía un hermano menor, su corazón se suavizó y lo acogió; lo ayudó a tener un refugio, e incluso le asignó discretamente el trabajo de administrar las compañías subsidiarias de la Corporación Mo sin que el jefe de familia lo supiera, nadie sabía que esto sería el comienzo de problemas...
La voz de Tan Bengbeng sonaba nublada.
Su expresión se volvió un poco fea también.
Justo cuando Tan Bengbeng estaba a punto de decir algo, Qi Yan le pasó una taza de agua y le dijo que la bebiera antes de continuar hablando.
Cuando se trataba de asuntos relacionados con la familia Mo, Qi Yan era un extraño.
No le importaban otras cosas, solo estaba preocupado por las emociones fluctuantes de Tan Bengbeng.
