Los dedos de Qin Mo se deslizaron sobre las marcas rojas, olas tormentosas chocaban con las profundidades de sus ojos. —¿Adónde fueron tú y Feng Yi hoy?
En esa etapa, el Abogado Song definitivamente no escondería la verdad. Además, sabía lo inteligente que era su jefe. —La estación de policía.
En el momento en que respondió, Qin Mo no pareció sorprendido, sino que preguntó: —¿Quién detuvo a mi hermano?
El Abogado Song se detuvo un poco. —Señorita Wu. Según ella, el Joven Señor Jiu está vinculado a un caso de la brigada criminal. Ella mencionó que estaba actuando bajo las órdenes de los superiores para arrestar al sospechoso, por lo tanto, procedió con el interrogatorio.
—¿Interrogatorio? —preguntó Qin Mo en tono hostil—. ¿Cuándo empezó la brigada criminal a realizar sus interrogatorios en las comisarías normales? Esto no está bien, ¿lo permitió Huang Zhong?
El abogado Song salió con su teléfono, sacudiendo la cabeza. —El director Huang no lo sabía.
