Feng Yi estaba sorprendido por su propio pensamiento.
¡Y no era una ligera sorpresa!
Él respiró profundo primero, se calmó a sí mismo y detuvo a su imaginación de volverse loca.
Quizá esa era solo alguna persona al azar que se metió… ¡Si, eso es!
Feng Yi había contratado a gente para filtrar asistencias para prevenir que los medios de comunicación interrumpieran la fiesta.
Nadie podía entrar sin una invitación.
Y si ellos eran fanáticos, se les pedía que dieran sus apodos y atuendos primero antes del baile.
¡Y no había absolutamente ningún registro de esa persona!
Y al único miembro del equipo al que le pidieron que se vista como una chica era… ¡El pequeño Espada!
Las manos de Feng Yi se detuvieron.
Al pensar de nuevo, no eran tan extraño si era el pequeño Espada.
El Todopoderoso Qin siempre había sido por completo tolerante con el pequeño Espada.
¿¡Qué!? ¡No!