Los dedos de Qin Mo se detuvieron. Luego, él salió de la aplicación para mandar mensajes y se tiró del cuello, todavía completamente despierto.
Él miró la hora en el teléfono.
11:05 p.m.
Quizás, él debería obtener algo de experiencia al hablar con alguien que tuviera un hermano menor.
Qin Mo muy rara vez asistía a esas fiestas de negocios, pero él sabía que el jefe Li, que amaba hacer negocios, debía de estar despierto a esa hora. Con un simple movimiento del dedo, estaba en camino una llamada.
El jefe Li atendió rápido, principalmente por quien llamaba.
—Jefe Qin, ¿qué pasa que me llama a esta hora?
Qin Mo no tenía tiempo para charlar.
—¿Es conveniente hablar ahora?
El jefe Li sonrió.
—Obvio.
—Es sobre mi hermano menor.
Qin Mo hizo una pequeña pausa y la voz se le profundizó como la noche.
—Quiero preguntarle al jefe Li...
El jefe Li escuchó las frustraciones de Qin Mo y se rio al instante.