—¡Brillante, el joven jefe Fu es absolutamente brillante!
El jugador más alto le dio el pulgar en alto a Fu Ximing y miró al compañero de equipo al lado de él. Los dos miraron maliciosamente al pensar que ese era el fin de los buenos días de esa escoria.
A Fu Ximing no le importaba realmente mucho Fu Jiu, pero, por el problema con el mouse de la última vez, sentía que necesitaba darle una lección a Fu Jiu. ¿De verdad pensaba él que Fu Ximing era todavía el mismo hijo ilegítimo, que se tumbaría y aceptaría tal porquería?
¡Era hora de mostrarle al mundo quién era el único y real joven jefe de la familia Fu!
Fu Ximing no sabía que al señor Jiu no le importaba para nada el título de un joven jefe.
Cuando los compañeros de equipo se juntaban fuera de estar en línea en persona, por lo general había alcohol.
Fu Jiu pidió una docena de botellas de Budweiser helada servidas solas.