Todo sucedió rápidamente. Cada vez que sucedía algo, todos los pensamientos innecesarios desaparecían.
En ese momento, Prince finalmente experimentó la velocidad de la unidad.
Todos debían traer tres elementos: un rifle, un reloj y un pañuelo negro. La escena fue más impactante que las de las películas porque en realidad, cada soldado de las fuerzas especiales estaba sometido a peligro durante sus operaciones. Llegaron como una manada de lobos, con la mirada acerada, decidida pero tranquila y sometida.
Prince tenía mucho que preguntar pero éste no era el momento. En ese momento, operaban con una mente unidireccional, pensando únicamente en la misión, sin importar si eran los reclutas o el equipo de operaciones.