—¡Boba!¡Estúpida! —dijo enojado.
Se escuchó un fuerte zumbido.
Luz Fluida apareció en silencio sobre el hombro de Di Zi, sus pequeños ojos llenos de sinceridad.
—Da Zi, vamos tras Boba juntos…
Da Zi hizo una mueca.
—No soy tan infantil. Dejé de jugar ese juego de escondite con Gao Peng después de cumplir un año
Los ojos de Gao Peng se llenaron de confusión.
—Nunca he jugado contigo. Siempre has estado escondiéndote en lugares desconocidos. Solo aparecías a la hora de la cena.
—No me importa. Jugaste conmigo —resopló.
Luz Fluida se rascó la cabeza. ¿Por qué Da Zi era tan extraño recientemente?
—¡Olvídalo! —Pensó. Luz Fluida continuó corriendo tras Boba.
El pecho de Gao Peng le dolió de repente. Bajó la cabeza y de repente apareció una marca realista en su pecho. Brillaba con una tenue luz negra.
Esa luz negra era muy fuerte e irradiaba hacia afuera.
Gao Peng sintió una punzada en el pecho. Eso era…