—¡Gao Peng! ¡Recuerdo éste lugar! —Da Zi dijo con sorpresa.
—¿Cuándo has estado aquí? —Gao Peng preguntó.
—¿Recuerdas la última vez que fui tragado por una grieta espacial y luego encontré un lugar con mucha comida deliciosa? ¡Éste es! —Da Zi se lamió los labios felizmente, sus ojos se llenaron de emoción.
—Gao Peng, déjame mostrarte. —Da Zi no podía esperar para lucirse y se fue volando.
El plateado caballo relámpago que corría delante fue mordido de repente en la cola. Relinchó un par de veces con horror. Da Zi inhaló profundamente, y como si fuera una mancha de gelatina, se tragó el caballo del rayo. Eructó, movió su cola y suavemente soltó un pedo...
—Ese es mi estómago gruñendo. —la cara de Da Zi se sonrojó.
—Ajá, sí, sí, ese es tu estómago. —Gao Peng asintió tranquilamente.
En el mismo momento en que Da Zi entró en éste espacio, en lo profundo del espacio, un gran ser despertó.
—¿Hmm?