—Lo mataste. Lo dijiste en serio. Muy decisivo. —el Dragón Azul miró el cadáver del Buda Feliz que yacía en el suelo.
—¿Debí haberlo mantenido vivo para el año nuevo? —respondió Gao Peng.
—Jajaja —el Dragón Azul se puso a reír a carcajadas—. Pero aun así debes tener cuidado. La ubicación de la salida ya ha sido revelada
—Hm —Gao Peng asintió pensativo con la cabeza. El Buda Feliz fue sólo un pequeño interludio. La gente de afuera era la que realmente merecía una seria consideración.
Creó un agujero en la parte posterior de la cabeza del Buda Feliz y cavó la divinidad en su interior.
—Niño Oscuro, ¿puedes quitarle el poder de su cuerpo sin dañarlo?
—Niño Oscuro estaba confundido. ¿Qué clase de petición era esta?
—Quiero decir que no deberías causar ningún daño a su cuerpo, incluso si se convierte en una piedra ordinaria. —dijo Gao Peng.
—En ese caso, haré todo lo posible.