—El Dragón de Fuego ha muerto —exclamó de pronto el Libro del Cultivo del Dragón—. Doradito, ten cuidado.
—Lo veo —dijo en voz baja.
Gao Peng solo vio pasar una sombra azul-grisácea.
—Yo...
Al momento siguiente, Doradito fue arrastrado al castillo por algo. Todo lo que quedaba era el eco de la voz aturdida de Doradito. Sin la fuerza de Doradito manteniéndola abierta, la puerta siguió cerrándose.
Tonto voló hacia adelante para continuar sosteniendo la puerta para que no se cerrara completamente. Entonces otra sombra gris azulado pasó por aquí, y Tonto también fue capturado.
—¡Calma! Yo te ayudaré —gritó Desoleón, antes de seguir.
—Yo también iré.
Gran Mar Gordo, que había estado escondido y observando la situación, parecía haber visto algo. Sus ojos estaban fríos cuando se adelantó y se dirigió a la puerta.