Detrás de la grieta espacial estaba Mundo Abisal. Siempre ha sido Mundo Abisal el que se infiltra en otros mundos, nunca antes se le habían aparecido otros mundos así.
Los demonios que los rodeaban no sabían cómo responder.
—¡Somos demonios! ¡Demonios! Decir nuestro nombre puede asustar a un niño llorando en silencio. Es malo para las apariencias si te acercas a nosotros así.
El demonio de seis cuernos Quasi Dios movió sus brazos, uniendo los ganchos de fundición de almas de la Medialuna, formando instantáneamente un arco colosal.
Los extremos del arco eran extremadamente afilados. En lugar de un arco, era más como un arma de doble hoja.
Un hilo de seda rojo sangre se extendía desde los extremos del arco, formando una cuerda.
—Acabo de recordar, creo que este es el Cazador Lunar Gutela de la 65ª mazmorra —gritó un demonio conmocionado.