Da Zi daba vueltas en su lugar, mirando fijamente la extraña "sopa eléctrica".
Sus antenas se balanceaban continuamente, como si estuvieran atraídas por el olor de la comida. Al final, se tambaleó y bebió la sopa espesa con grandes tragos.
Mientras Da Zi bebía, el sonido de la electricidad crepitante se podía escuchar desde su boca.
Después de terminar la sopa, todo el cuerpo de Da Zi brilló, como si se hubiera convertido en un ciempiés hecho de electricidad.
Una luz azulada purpurina brillaba desde los huecos en su caparazón, luciendo absolutamente deslumbrante.
A unos pocos metros de distancia, los pelos de Gao Peng estaban de punta y la planta de sus pies empezó a temblar. Se apresuró a retroceder unos pasos.
Los originalmente negros ojos de Da Zi brillaban débilmente, con una luz azul. Sus mandíbulas se abrieron de par en par y su cuerpo era tan recto y rígido como un palo.