El seguro de la casa no era complicado. Al levantar y jalar el cerrojo, la puerta de metal con estampado de camuflaje se abría fácilmente. Los monstruos no solían tener suficiente inteligencia como para abrirla.
Entraron y se encontraron con otra cerradura en la parte de atrás de la puerta, la cual podían cerrarla desde dentro. El interior de la casa segura era simple y crudo, solo tenía unas cuantas camas de hierro con frazadas encima. Además de las camas, había algunos paneles que podían moverse para crear un pequeño cubículo dentro de la habitación. Estaba, posiblemente, para acomodar a hombres y mujeres que estuvieran en el mismo lugar.
Las camas no eran muchas, lo que indicaba que los instructores no querían demasiados estudiantes por cuarto, eso iría en contra de los objetivos del entrenamiento.