Las pupilas de Chen Min se encogieron repentinamente cuando una suposición increíble surgió en su mente.
Inicialmente, pensó que esto era solo una ilusión. Sin embargo, después de mirar cuidadosamente la escena varias veces, se aseguró de que esto no era una ilusión, ¡era alguien que estaba vivo y bien!
"¿Estoy soñando?" Chen Min, que siempre había sido una persona tranquila a los ojos de los soldados, se palmeó la cara y respiró hondo dos veces. Sería posible averiguar exactamente qué había pasado interrogando a estas chicas.
—Señora, hola —dijo Chen Wen sinceramente, con una sonrisa amable.
La chica observó a Chen Wen con cautela. Parecía un poco temerosa y dio dos pasos hacia atrás retirándose silenciosamente. Era como si la persona que estaba frente a ella fuera el mismo demonio.
—¿Puedes decirme qué sucedió en el otro lado? ¿Hay alguna forma en que podamos ofrecerte ayuda? —preguntó Chen Min.