"Limitado solo a monstruos tipo Fuego... Supongo que esto es para Flamita."
Gao Peng comenzó a explicarle a Flamita las ventajas y desventajas de consumir la fruta, aclarando qué sucedería si su cuerpo no lo aceptaba y qué tipo de habilidad recibiría si tuviera éxito.
Naturalmente, Flamita estaba dispuesta a correr el riesgo. "Gao Peng solo tendrá que cuidar de mí por el resto de mi vida si sucede lo peor", pensó Flamita. "Estoy de acuerdo con eso".
—¡Está bien! —dijo el pájaro, hinchando el pecho.
—Eres un pájaro valiente —dijo Gao Peng, impresionado.
Flamita cerró los ojos mientras masticaba la fruta. Luego se tumbó en el suelo, con las alas extendidas a ambos lados y sus plumas carmesí brillando bajo el sol.