¡Bum, bum!
Dos Demonios Cerdo Sangrientos de Piel Roja salieron volando por los aires. Al tocar el suelo, sus cuerpos sin vida rodaron un par de veces hasta que chocaron contra la esquina más alejada de la pared.
Sus asaltantes eran un par de brazos carnosos que habían salido de la nada. Una forma masiva salió de una esquina, trayendo consigo el hedor abrumador de la sangre. Su sombra cayó sobre Tontín, envolviéndolo completamente en la oscuridad.
Sus brazos eran macizos y fibrosos, su piel rojiza estaba cubierta con una capa de pelo grisáceo grueso que parecía estar resbaladizo por el sudor. Su cabello estaba recogido en una especie de barba que abarcaba desde la mandíbula inferior hasta la garganta. Un par de colmillos blancos sobresalían de su mandíbula inferior también.
Su caja de voz retumbaba atronadora cada vez que inhalaba. Los azulejos en el suelo se agrietaban bajo sus pies con cada paso que daba.