—Maestro, un monstruo fuerte viene hacia acá.
La voz de Rayitas hizo eco en la cabeza de Gao Peng.
—¿Fuerte? ¿Estás seguro de eso? —preguntó Gao Peng.
Rayitas era un Familiar nivel Rey. Para él, la mayoría de los Familiares nivel Lord no eran más que hormigas para pisar. Un escalofrío recorrió la espalda de Gao Peng. Lo que se estuviera acercando a ellos debía ser bastante fuerte.
—Está aquí—dijo Rayitas.
De repente, el cielo se oscureció.
La arena había bloqueado el cielo en la distancia. Había una tensión palpable en el aire. Desde la parte superior de la duna de arena, Gao Peng pudo ver una figura imponente que se dirigía hacia ellos desde el horizonte y desataba una poderosa tormenta de arena a su paso.
La furiosa tormenta de arena se acercaba más y más a ellos. En ese momento, Gao Peng tuvo la extraña sensación de que el desierto había cobrado vida.
Forzó la vista para ver a la figura que se acercaba.
