El Rinoceronte Esquelético continuó luchando contra el Monstruo del Pantano en el suelo. Gruñidos amortiguados salían de su boca llena de barro gracias a su oponente.
Gao Peng podía ver la desesperación en la cara del rinoceronte.
A pesar de las diferencias que tenía con Han Lei, Gao Peng tuvo que admitir que el Rinoceronte Esquelético era un buen Familiar.
Como los seres humanos, cada Familiar tenía su propia personalidad. En este caso, el Rinoceronte Esquelético parecía ser un monstruo decidido.
Sin embargo, cada vez que el Rinoceronte Esquelético intentaba volver a ponerse de pie, el Monstruo del Pantano lo aplastaba de nuevo.
El Rinoceronte Esquelético ahora tenía una rodilla en el suelo mientras intentaba levantar su cabeza. El único cuerno blanco en su hocico había perforado el cuerpo del monstruo del pantano.
Al cabo de un rato, logró apoyarse con su otra rodilla.
Luego, levantó arduamente el resto de su cuerpo del suelo.
