—Retirar el puño para poder lanzar un golpe más fuerte…—murmuró Gao Peng para sí mismo y sus ojos se volvieron cada vez más brillantes.
Ji Hanwu asintió con admiración. Parecía que su nieto era algo espiritual.
—Iba a buscarte al volver al continente, pero sucedieron otras cosas. Temía ponerte en peligro, así que no vine a verte —le dijo seriamente Ji Hanwu a Gao Peng.
—Entiendo. El tío Liu me dijo que estabas ocupado y que no podías venir a verme —dijo Gao Peng, asintiendo.