—Boba, ven acá.
Gao Peng le llamó y ella se arrastró hacia allá. Los últimos días llenos de batallas habían pasado factura al cuerpo y la mente del familiar y el entrenador por igual. Los paisajes del bosque eran espectaculares, pero Gao Peng se estaba cansando después de tantos días en él. Bostezó. Durante los últimos tiempos, su motivación principal había sido encontrar cosas valiosas.
—La Hoja de Plata con Raya Roja vale tres créditos, que es un crédito menos que la Flor Celeste de Lluvia Dorada. Pero el tamaño de la primera es menor por casi la mitad, así que es más valiosa —se dijo a sí mismo.
Sacó una Flor Celeste de la dimensión espacial personal de Boba y puso dos Hojas de Plata dentro. El ahorrativo adolescente hacía cálculos cuidadosos. Diligente, frugal y lleno de pasión, era el candidato ideal de esta nueva era.