No era que los monstruos inteligentes no existieran, sólo que eran muy raros. Así que la idea de capturar a esta Mantis de Hoja Muerta no se le ocurrió a Gao Peng.
Después de todo, este era un monstruo usado para un desafío, no un monstruo salvaje. No habían reglas que dijeran que uno podía llevarse a casa un monstruo del Examen de Ingreso de la Universidad de Entrenadores de Monstruos.
La Mantis de Hoja Muerta se movió hacia delante, emocionada. Estaba alerta y le pareció que Rayitas era un poco débil.
Los ojos de la Mantis de Hoja Muerta brillaron. Su cosa favorita para hacer era acosar a otros. Sin embargo, Rayitas cubrió su cabeza y miró a la mantis.
Este tipo de muestra enfureció a la Mantis de Hoja Muerta.
En respuesta, la mantis extendió sus brazos. Dentro de sus garras había una sustancia amarilla y pegajosa que estaba arraigada a ellas, haciéndole parecer un murciélago.