Después de despedirse de Parangón, Ji Ning no pudo evitar sentirse un poco triste. ¿Quién sabía cuánto tiempo les tomaría volver a encontrarse? Parangón de Píldoras vivía en un universo diferente, después de todo.
...
Más de sesenta mil años después de haber llegado al Reino Tres Hojas, el Emperador Gonflama envió un sirviente para llevarle un mensaje.
—¿El Emperador Gonflama desea verme? —dijo Ning con una mirada de alegría.
—Tan pronto como el Emperador dejó su mundo finca, inmediatamente me ordenó que lo buscara, compañero daoista —dijo el extremadamente musculoso Señor Dao vestido de azul—. Compañero daoista, sígame de inmediato por favor.
—Sí, vamos de inmediato.
Ning había estado impaciente por algún tiempo, pues había estado esperando más de sesenta mil años por estas Armas de Sangre Vital.
Swish. Swish.
Dos rayos de luz atravesaron los cielos, dirigiéndose directamente hacia el palacio del Emperador Gonflama.
