Tres días después.
—¿Así que estas son las Ruinas del Viento? —pensó Ji Ning.
Estaba de pie sobre una nube, mirando hacia el vasto mundo que tenía ante él. Vio un área enorme cubierta por nubes. Las Ruinas del Viento fueron una vez la finca Inmortal de ese antiguo poder y, como tal, ocupaban casi la mitad del espacio de todo el mundo caos. ¡Uno podría imaginar lo enorme que era!
—Hora de entrar.
Ning voló hacia ese mundo cubierto de nubes.
Whoosh. Podía sentir el espacio retorciéndose a su alrededor. De repente, las piernas se le ablandaron, notó que algo no andaba bien y apresuradamente trató de volar de regreso.
Whoosh. Enormes fauces sangrientas aparecieron de repente debajo de él y trataron de morderlo. Afortunadamente, Ning volaba bastante rápido así que pudo esquivar el ataque.
—En realidad fui teletransportado directamente hacia el pantano —pensó Ning mirando hacia abajo.
