El viaje desde el lago Ala de Serpiente a la tribu Dientenegro era largo. Incluso con las bestias negras viajando todo el día y solo descansando por la noche, el viaje duraba tres días.
Por la noche, la fogata ardía. Ji Ning y Hoja de Otoño estaban al lado de la fogata, mientras Mowu montaba guardia para no permitir que ninguna bestia salvaje e imprudente interrumpiera a su joven maestro.
—No he tenido la oportunidad de echar un vistazo a los distintos elementos que recogí en la Mansión Acuática —dijo Ning.
Había recordado que había dado un vistazo a todos los tesoros mágicos que había obtenido durante la primera y segunda pruebas. Pero los miles de tesoros y artículos diversos que recogió en la tercera prueba los tuvo que atar para luchar contra ese Golem de pelaje negro y luego se enfrentó a ese viejo toro. No había tenido tiempo de revisarlos en absoluto.
