Ji Ning acababa de cerrar los ojos.
¿Matarlo? Adelante.
Este era el mundo Corazón de Demonio, matarlo aquí no tendría realmente un impacto en su corazón de Dao. Además, Ning tenía cierto presentimiento. Había pasado más de treinta mil años en este mundo, se había permitido caer profundamente en este mundo varias veces antes de levantarse una vez más. Esto solo había hecho que su corazón de Dao se volviera aún más fuerte. La aparición repentina de un nuevo sucesor de la Mansión Estrellada era probablemente el último truco que tenía la tribulación Corazón de Demonio.
¡BOOM! La palma gigante se detuvo de repente justo encima de Ji Ning, estaba a escasos centímetros él. Si Ning levantaba la cabeza podía ver las enormes huellas dactilares de esa enorme palma.
—¿Por qué te detuviste, nuevo maestro de la Mansión Estrellada? —preguntó Ning con calma.
—¿No le tienes miedo a la muerte? —preguntó la imponente figura con la mano a punto de atacar.
