El joven vestido de blanco se rio mientras hablaba.
—Joven amigo Ji Ning, estás un poco nervioso. Ni siquiera sabes quién soy y me estás preguntando qué estoy haciendo aquí. ¿No eres demasiado impaciente?
¿Nervioso? Un Inmortal Verdadero de Yang Puro acababa de sentarse frente a él. ¿Cómo podría no estar nervioso? Después de este Cónclave, Ning había llegado a comprender muy bien que, a menos que a un Inmortal Verdadero o a un Dios Empíreo le hubieras interesado, no te harían caso, incluso si eres un genio. Después de todo, había demasiados genios, pero ¿cuántos capaces de superar la Tribulación Celestial para convertirse en un Inmortal Celestial? Mucho más difícil aún llegar a ser un Inmortal Verdadero.
—Me atrevo a preguntar, ¿quién es usted, señor? —preguntó Ning.
