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—¿Y por qué demonios debería transmitirte mi Dao? —dijo Ji Ning con voz helada.
El ambiente dentro del salón parecía haberse congelado. ¡Las otras grandes potencias se quedaron mudas ante las imprudencias de Señor Houwu! Aunque Señor Dao Norte Oscuro era una persona amable, seguía siendo una figura de poder aterrador que podía eliminarlos con facilidad. ¿Cómo podría alguien comportarse tan impetuosamente ante él?
Ninguna de las grandes potencias ahí reunidas se atrevería a hacer tal cosa. ¡Solo alguien que estuviera tan loco como Señor Houwu!
Señor Houwu continuó arrodillado con el corazón temblando. Temía que Señor Dao Norte Oscuro lo matara, pero aun así decidió intentarlo, ya que era un tomador de riesgos por naturaleza. ¡Por eso había establecido una ciudad para los cultivadores dentro del Dominio Llamadesol!
