—Si no hubiera sido por ti, no habríamos podido proteger el primer Sello Jade del Mar Vacío y el hermano mayor Cieloúnico no se habría convertido en un Emperador Eterno —dijo Ji Ning. ¡Este próximo Sello Jade del Mar Vacío será tuyo! Ja, ja, pero por supuesto, si encontramos otro, ese será para mí.
Polvonueve frunció el ceño. Solo quedaban tres Sellos Jade del Mar Vacío. Era prácticamente imposible que adquirieran dos, especialmente si Vinosabio y Estrella del Amanecer ya habían entrado en los otros dos túneles. Ya si lograban adquirir un solo sello sería un golpe de tremenda fortuna. ¿Dos? Sus posibilidades eran muy, muy bajas.
—Norte Oscuro, necesitarás un sello cuando intentes tu Fusión Dao en el futuro —dijo Polvonueve—. Creo que va a ser mejor dejarlo en una competencia de velocidad y fuerza, ¿no crees?
—Suficiente, Polvonueve. Si me ves como tu amigo, entonces deja de lado todas las formalidades —dijo Ning seriamente.
—¡De acuerdo! —dijo Polvonueve.
