El anciano de túnica gris se fue.
—Veo que elegiste entregar de manera proactiva un medallón del Palacio de los Inmortales. Te ha gustado el niño, ¿no es así? —dijo el anciano de cabello azul.
—Es solo un Señor Dao del Segundo Paso. Una vez que se convierta en un Señor Dao del Cuarto Paso, será de alguna utilidad para mí. Solo entonces realmente valdrá la pena reclutarlo y hacerse su amigo —dijo el Emperador Maderacelestial y luego suspiró—Llamazul, mi viejo amigo, eres mi verdadero ayudante, mi mano derecha. Hemos experimentado batallas de vida o muerte en numerosas ocasiones. Una vez más, te pido que reconsideres lo que haces. ¡No sigas adentrándote en el Mar del Terror Estelar! La región a la que has profundizado ya es bastante aterradora. Si los dos seguimos adentrándonos en territorios desconocidos, podemos morir en cualquier momento.
El anciano de cabello azul dejó escapar un suspiro y dijo: