El Octavo Hexágono cesó todo movimiento en la dimensión. Todo quedó quieto y silencioso. En cuanto al Séptimo Hechizo, selló el ciclo de Karma de la dimensión, congelándolo en todos los recuerdos.
El sexto maleficio bloqueó la vida y la muerte, reemplazando la reencarnación, haciendo que toda la dimensión fuera como un árbol sin raíces.
El quinto maleficio arrojó todo al caos. El interior se volvió hacia fuera, el universo se retorció, el cielo y la tierra se oscurecieron y toda la luz se desvaneció.
El Tercer maleficio hizo que el río del tiempo en la dimensión se detuviera. El tiempo no tenía fronteras, no tenía límites, no tenía fin y, sin embargo, el flujo del tiempo se detuvo.
¡El segundo maleficio hizo que el vacío se hiciera realidad!
En medio de sonidos retumbantes masivos, el rostro del Forastero cayó y su cuerpo fue expulsado de su estado ilusorio. Toda la dimensión se quedó en silencio mientras el Cielo y la Tierra se sellaron.