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Esa era una Lámpara del Alma completamente inaudita. El cielo estrellado se estremeció debido a la completamente asombrosa... ¡la verdadera Lámpara Principal!
Fundamentalmente hablando, nunca debió haber aparecido. Si no fuera por Xiao Yihan, quizás Meng Hao habría sido capaz de encender esa 32ª lámpara de color sangre, ¡pero nunca habría llegado a las 33 lámparas!
Xiao Yihan había estado intentando evitar que Meng Hao encendiera sus Lámparas del Alma. ¿Cómo podría haber imaginado que había ocurrido exactamente lo contrario...? En realidad había sido el mayor factor para ayudar a Meng Hao a abrir su Lámpara 33, su verdadera Lámpara Principal.
—Puedo decir que una vez que esta 33ª Lámpara del Alma aparezca —murmuró Meng Hao—, todo... cambiará significativamente.
