Xue'er estaba a punto de volverse loca. No estaba segura de qué había hecho para ofender a Meng Hao. Todo lo que había hecho era seguirlo en secreto durante algún tiempo, y realmente no tenía malas intenciones.
Además, ella le había dado una píldora medicinal increíble sólo para que jugara una partida de Go con ella. Esas fueron las instrucciones que le había dado su Maestro, para encontrar a todos los cultivadores de la generación pertenecientes al Eslabón , y encontrar al que debía ayudar.
Todos los demás cultivadores del Eslabón fueron fáciles de convencer; Meng Hao fue el único que no quiso cooperar.
Viendo como se iba, Xue'er rechinó los dientes.
—¡Sólo quiero jugar una partida de Go! —gritó— No importa quién gane o pierda, aún así te daré la buena fortuna ¡Algo que puede ayudarte a escapar de las túnicas negras de la Tercera Nación!