Han Qinglei se quedó en silencio, suspirando. Una vez más, deseo de luchar ardía en sus ojos.
Se decía a sí mismo que estaba en el Eslabón, un Elegido entre soles abrasadores. Podía aceptar ser derrotado en batalla, ¡pero no podía permitir ser humillado!
Desde el momento en que entró en la Octava Nación, se separó de su clon, utilizándolo para distraer a Meng Hao para que su verdadera forma fuera capaz de evadir la detección. Entonces había usado una magia secreta para suprimir su aura y escapar a ese lugar.
Sin el clon para distraer a su oponente, su magia secreta no habría sido suficiente para escapar sin ser detectado. Uno de los aspectos únicos de esa técnica era que cuanto más tiempo la usara, más difícil sería ver a través de ella
Lo que había necesitado era tiempo, por lo que había enviado a su clon a ocupar su lugar.
