En la cima de la montaña nevada, un viento gélido sopló copos de nieve sobre la cabeza de Meng Hao. Se derritieron rápidamente, llevándose consigo parte del calor de dentro de él. La sensación resultante fue la de un frío glacial.
La frialdad causó que los ojos algo opacos de Meng Hao se aclararan de repente. Al recuperar sus sentidos, las increíbles transformaciones de las tierras de la Novena Nación cesaron.
—El mundo tiene leyes naturales invisibles... —murmuró.
—Por encima de la ley natural está el poder omnipresente de la Esencia... Comprender las cualidades intrínsecas de algo, y ver su verdadero origen, saber todo acerca de ello... Esa es su Esencia —Aunque su viaje desde el fondo de la montaña hasta la cima parecía haber sido rápido, la verdad es que le había llevado bastante tiempo.