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El Ídolo de Dharma de 30.000 metros brilló con una ilimitada luz dorada cuando golpeó el Rayo de la Tribulación Inmortal de siete colores. Meng Hao cerró los ojos y luego comenzó a fusionarse con él. Cuando los abrió, ¡era su Ídolo del Dharma y viceversa!
Un puño descendió, y los Cielos retumbaron. Se abrió una enorme brecha en las Nubes de Tribulación y, al mismo tiempo, numerosos rayos de siete colores crepitaron hacia él.
No hizo nada para evadirlos, en vez de eso permitió que los Relámpagos de la Tribulación Inmortal lo golpeasen. Abrió bien los brazos, y sus ojos se llenaron de nada más que las Nubes de Tribulación.
¡BOOM!