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Sucedió tan repentinamente que Meng Hao sólo pudo ver con los ojos abiertos cómo las dos frutas del Nirvana se dirigían hacia el horno de pastillas. La que tomó la delantera fue aquella en el que Meng Hao había gastado muchas piedras espirituales, y estaba a punto de ser completamente restaurada.
La mente de Meng Hao se llenó de rugidos cuando de repente se dio cuenta de que el líquido de siete colores debía tener la misma función que el Elixir Espiritual. No estaba destinado a ser consumido, sino a ser usado para restaurar las Frutas del Nirvana.
Se podía sentir un aura Yin de muerte dentro del líquido, un aura que representaba la falta de vida y la destrucción. Las Frutas del Nirvana habían estado marchitas durante eones, y estaban esencialmente muertas. Sin embargo, parecía que cuando tocaran el líquido de siete colores ¡El aura Yin de muerte alcanzaría un pináculo en el que la fuerza de la vida aparecería repentinamente!