Los rostros de los dos hombres cambiaron al instante, e inmediatamente quisieron huir. Estaban en una situación peligrosa, pero considerando el nivel de sus bases de cultivo, no era imposible hacerse a un lado. Sin embargo, fue en ese momento cuando los ojos de Meng Hao brillaron viciosamente.
Inmediatamente envió un mensaje con su voluntad divina: —¡Segundo verdadero ser, detona!
Los ojos de su clon parpadearon, y sus brazos se quedaron inmovilizados. En un instante, se auto-detonó. Esa fue la explosión del alma de un verdadero Inmortal y del cuerpo de carne de Meng Hao, así como de la voluntad Diabólica en su interior. Un estallido masivo sacudió las estrellas, y una luz brillante se extendió en todas direcciones, casi como un sol.
¡BOOM!