Zhao Yifan de repente miró a Meng Hao, y sus ojos estaban rebosando con ganas de luchar. Antes de su viaje al Planeta Cielo Sur, sólo habían habido dos personas de su misma generación que lo habían llenado de tantas ganas de luchar.
Después del Planeta Cielo Sur, hubo otro, Meng Hao. Y ahora... Otro, Fang Mu.
Un monstruoso deseo de lucha se apoderó de él. Detrás de él, su ídolo del Dharma de 3.000 metros sostenía la Espada Selladora de Nubes, y estaba irradiando un impactante qi de espada. Cuando Zhao Yifan levantó la cabeza, también levantó la mano. Simultáneamente, su Ídolo de Dharma levantó la Espada Selladora de Nubes.
—¡Primera espada, matando al mortal! —gritó Zhao Yifan, y la espada descendió.