Cuando Xiao Luo apareció, levantó un viento frío, haciendo que su pelo y sus túnicas ondearan. Era claramente varón, pero también había algo claramente femenino en él. Esto era especialmente cierto tratándose de sus ojos desanimados, lo que hacía que sus bellos rasgos fuesen extrañamente retorcidos.
Xiao Luo estaba allí, en medio de la arena, mirando a Meng Hao.
La expresión de Meng Hao era la misma de siempre, mientras por encima de los nueve ataúdes erguidos de Xiao Luo.
—Escuadrón Asura de los Nueve Cielos —gritó Xiao Luo, sus ojos destellando con impulso asesino. Agitó su mano, haciendo que emergieran sonidos retumbantes de los nueve ataúdes, los cuales luego se abrieron simultáneamente, haciendo que una espesa aura de muerte saliera de ellos.